"El Diario de Ana Frank" : Un valioso recurso para comprender la Segunda Guerra Mundial

Una forma más sensible y significativa para abordar la Segunda Guerra Mundial: El Diario de Ana Frank

Ana Frank un valioso recurso didáctico para comprender la realidad de la guerra

Cada vez que abordo la temática de la Segunda Guerra Mundial con mis alumnos por primera vez por lo general la mayoría de ellos asocia este enfrentamiento bélico con el holocausto judío y fundamentalmente con las imágenes de los campos de concentración que han recorrido todo el mundo… Esto les genera mucha curiosidad e interés, pero en muchos casos el interés por este tema es semejante al gusto que los niños y jóvenes (actualmente) tienen por las películas de terror u horror. Es decir, observan la masacre judía como una ficción, totalmente despersonalizada y aunque suene duro con cierto grado de “morbo”. Esto responde a una realidad social y cultural, cultura del “video-clip” que nos insensibiliza y trivializa nuestro entorno y hasta nuestra historia. No sólo frente a hechos históricos sino frente a las noticias del día tenemos una visión cada vez menos sensible y con menor grado de asombro o conmoción. No es de extrañar entonces que nuestros alumnos observen al Segunda Guerra Mundial como una gran película de terror –que en verdad lo es- pero no en el sentido clásico sino en el sentido actual de una ficción donde el ser humano disfruta de ver un espectáculo de horror y de ficción en la pantalla de cine o del televisor.
En esa búsqueda por hacerles comprender la realidad de la tragedia de la guerra fue que encontré una respuesta en el Diario de Ana Frank (Anne Frank).
¿Qué fue lo que hice?
Les hice conocer a Ana, los identifiqué con ella y con su visión juvenil del mundo. Primero conocieron a Ana y ella los cautivó con sus sinceras expresiones adolescentes, llegó a ser muy familiar y cercana para ellos. Sintieron entusiasmo al leer de su diario y desearon saber qué pasaría entre Peter y ella. La comprendieron en sus conflictos con sus padres, estuvieron de acuerdo en muchas de sus apreciaciones sobre los adultos. Fue entonces cuando los enfrenté a la cruda realidad del la historia de Ana y su familia. Ella los llevó a ver los campos de concentración nazi como un terrible drama de la humanidad, las imágenes de Auschwitz y otras ya no les fueron gratas, ni les generaron tanta curiosidad morbosa sino más bien rechazo y profundo dolor.
Esto creó un clima adecuado para centrarlos en un conflicto bélico que significó la pérdida de miles de vidas inocentes, no sólo judías; para abordarlo con respeto y con una visión más humanista que no sólo les ayude a identificar y reconocer un hecho histórico sino también a deplorarlo y reprobarlo.
Sin duda que no he descubierto nada nuevo con todo esto que expreso, pero siento la necesidad de compartirlo como docente. Ana Frank ha dejado un gran legado no sólo a la causa de la lucha por los derechos humanos sino también una excelente herramienta pedagógica para abordar la Segunda Guerra Mundial con nuestros jóvenes.

¿Quién fue Ana Frank (Anne Frank)?

Ana Frank era una de cientos de miles de niños judíos que murieron en el Holocausto. Nació en Frankfurt, Alemania en 1929, y huyó con su familia a Holanda después de la toma del poder por los nazis en 1933.
Los alemanes ocuparon Ámsterdam en mayo de 1940. En julio de 1942, cuando Alemania empezó la deportación de los judíos de Holanda a los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau y Sobibor en la Polonia ocupada, Ana y su familia se escondieron con cuatro personas más, todos judíos. Por dos años, vivieron en un desván secreto atrás de la oficina de un negocio en la calle Prinsengracht No. 263. Amigos de la familia contrabandeaban comida y ropa para ellos, con gran riesgo a sus propias vidas. El 4 de agosto de 1944, la Gestapo (policía secreta estatal de los nazis), que había recibido la información de los vecinos holandeses, descubrió el escondite de los Frank.
Los Frank fueron arrestados por la Gestapo y enviados al campo provisional de Westerbork. De allí, en septiembre de 1944, los nazis deportaron a los Frank y a los otros cuatro arrestados, a Auschwitz-Birkenau. En diciembre de 1944, Ana y su hermana Margot fueron transferidas al campo de concentración de Bergen-Belsen cerca de Celle, en el norte de Alemania. Murieron de tifus en marzo de 1945, un mes antes de la liberación del campo. La madre de Ana fue asesinada en Auschwitz. Solo el padre de Ana, Otto, sobrevivió la guerra. Las fuerzas soviéticas liberaron a Otto en Auschwitz en enero de 1945.
Extraído de www.ushmm.org

Versión en PDF del Diario de Ana Frank
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Homenaje en Imágenes a Ana Frank

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