La historia Pedro Figari es muy curiosa. Empezó a pintar muy tarde. A una edad en la que la gente se jubila y luego de una exitosa carrera de abogado, juez, intelectual, pedagogo, periodista, político, y filósofo, decidió dedicarse a la pintura. Desde 1921 abandonó todas estas actividades y se consagró al arte, aunque tenía una trayectoria previa de dibujante y pintor, poco conocida en aquel entonces. Todo lo que hizo y pensó anteriormente lo volcó en su pintura.
No dejó sus otras actividades porque sí, ni por buscarse un entretenimiento, ni porque estaba aburrido de lo que hacía antes. Fue una decisión muy difícil, a su edad, en aquel entonces, y con una gran familia. Pero su voluntad y deseo se impusieron. Quería trasmitir ideas a través de la pintura. Tenía una pasión. Se fue a Buenos Aires (1921) y luego a París (1925 y 1933), interesado en rescatar la cultura popular rioplatense mediante el arte. Tuvo mucho éxito, aunque entonces no fue reconocido en su país, donde hoy se lo considera un gran maestro.
No dejó sus otras actividades porque sí, ni por buscarse un entretenimiento, ni porque estaba aburrido de lo que hacía antes. Fue una decisión muy difícil, a su edad, en aquel entonces, y con una gran familia. Pero su voluntad y deseo se impusieron. Quería trasmitir ideas a través de la pintura. Tenía una pasión. Se fue a Buenos Aires (1921) y luego a París (1925 y 1933), interesado en rescatar la cultura popular rioplatense mediante el arte. Tuvo mucho éxito, aunque entonces no fue reconocido en su país, donde hoy se lo considera un gran maestro.
Jugando con Pedro Figari...
Biografía
Candombe
2 comentarios:
Excelente ejemplo de vida... y de fe ...
Gracias
“Yo no soy pintor, mi intención
es fijar algunos recuerdos para el pintor que venga después”
Pedro Figari
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