miércoles, 16 de diciembre de 2009

La Sociedad Perfecta: Las Hormigas

La diferencia entre hormigas y humanos es que, aunque no sean inteligentes, ellas sí han logrado formar una sociedad perfecta, en busca de un bien común.

Celebrando su aniversario 80 millones
Aunque los primeros ancestros de las hormigas aparecieron hace más de 100 millones de años, se cree que su éxito comenzó 20 millones de años después, aún antes que los primeros dinosaurios aparecieran en la tierra. Puede sonar un número sin sentido, pero no lo es si consideramos que nuestros ancestros humanos surgieron apenas 1.5 millones de años atrás. Es decir, que esas insignificantes hormiguitas nos llevan 78.5 millones de años de ventaja. ¿Será que para ese entonces los humanos podremos ser tan perfectos como ellas? Aún si sobreviviéramos a nosotros mismos, lo dudo.

Hormiguitas por doquier
Las hormigas suman el 10% de todos los animales terrestres del mundo. Con más de 10 mil especies, no es de sorprenderse que a cualquier lugar al que vayamos encontremos hormigas: en cualquier rincón de nuestras casas, en los árboles, banquetas y jardines de la ciudad, en bosques y desiertos.
Y es que existen tantas variedades que las hay carroñeras, cazadoras, exploradoras y agricultoras; todas con una estructura jerárquica muy variada, donde cada una ocupa puestos tan complejos como las de soldados, niñeras, obreras, enfermeras, reinas y hasta sepultureras, dando su vida por defender su trabajo.

Donde las hembras mandan
El machismo de la sociedad humana nos ha hecho ver equivocadamente que los grandes rangos deben ser ocupados por los hombres. Sin embargo, en la naturaleza es más común que las hembras sean quienes tomen las decisiones importantes; hasta los leones son doblegados por las hembras si ellas así lo deciden.
En la sociedad de las hormigas existe un matriarcado, los miembros de la colonia son hijas o hijos de una sola madre, quien controla el hormiguero. El macho, por su parte, sólo sirve para aparearse una sola vez con la reina, para luego morir. Todas las obreras son hembras y son ellas quienes se hacen cargo del hormiguero, permitiéndole a la reina dedicarse exclusivamente a la producción de huevos.

Lo que hacen por nosotros
No hay casa que no sea invadida por hormigas. En una casa puede haber más de 6 tipos diferentes de hormigas, cada una dedicada a una actividad en particular. Si bien las consideramos sumamente molestas al meterse a nuestros alimentos y las llamamos "plagas", tienen el mérito de contribuir en parte a la limpieza del hogar. Esas hormiguitas negras que andan siempre caminando por doquier son carroñeras, y una mosca, araña o mosquito que matemos será rápidamente removido y eliminado. Una gotita de miel o algo dulce será absorbido en poco tiempo por un millar de pequeñas bocas de hormiguitas casi invisibles, al igual que migajas de pan y cualquier cosa que pudiera ser comestible.

Utilizando el olfato
No hay peor tragedia para una hormiga que perderse en el camino. Al caminar dejan un rastro aromático que forma senderos invisibles que todas las hormigas del hormiguero utilizarán. ¿Alguna vez se ha fijado qué sucede cuando se limpia el piso o simplemente cruzamos su sendero con nuestro dedo? La respuesta es caos. Ninguna hormiga se atreverá a cruzar ese extraño rastro de aroma, hasta que una hormiga exploradora trace un nuevo camino rumbo al hormiguero. Es así como cientos o miles de hormiguitas pueden morir al no encontrar su camino de regreso a casa.

¿La sociedad perfecta?

La diferencia entre humanos y hormigas se determinará por una sola palabra: éxito. Y si no cambiamos nuestros hábitos de vida tan egoístas e individualistas, nuestra imperfecta sociedad se verá extinta al no perseguir un bien común y superior. Nuestra envidiable inteligencia no nos ha ayudado en mucho, considerando que vivimos aprovechando indiscriminadamente lo que encontramos en la naturaleza.
Sin duda alguna, las hormigas seguirán adaptándose y sacando ventaja de nuestros errores, y tal vez algún día ocupen nuestro lugar. Tal vez nuestra sabiduría nos ha cegado, imposibilitándonos a observar cómo esos inofensivos bichitos han logrado vivir tanto gracias a que todas persiguen un bien común. Como dijo el Rey Salomón: "Mira a la hormiga, mira sus caminos y sé sabio."

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