El aparato digestivo es el conjunto de órganos (boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso) encargados del proceso de la digestión, es decir, la transformación de los alimentos para que puedan ser absorbidos y utilizados por las células del organismo.
La función que realiza es la de transporte (alimentos), secreción (jugos digestivos), absorción (nutrientes) y eliminación (mediante el proceso de defecación)
Ingerir… absorber… desechar
Podemos describir el aparato digestivo como un ramal de trenes con varias estaciones.
Primera estación. El proceso de alimentación comienza con la introducción del alimento en el cuerpo: es necesario ingerirlo. Para ello, hay que llevarlo a la boca, que es la entrada del aparato digestivo.
Los alimentos líquidos y algunos blandos, como un puré, se pueden tragar inmediatamente después de haber entrado en la boca. Pero los alimentos sólidos deben ser cortados, despedazados y molidos. Para esto sirven los dientes.
Debajo de la lengua están ubicadas las glándulas salivales. Estas glándulas segregan un líquido llamado saliva, que ayuda a digerir el alimento.
Segunda estación. El alimento molido y mezclado con la saliva se transforma en una pasta blanda y fácil de tragar. Cuando un alimento es tragado pasa por la faringe hasta el esófago, que es un tubo que comunica la boca con el estómago.
Tercera estación. Los alimentos pueden permanecer varias horas en el estómago, que se mueve y los mezcla con los jugos gástricos. Estos líquidos, producidos en la pared del estómago, transforman los alimentos, haciéndolos más sencillos y liberando las sustancias nutritivas.
Cuarta estación. Los alimentos procesados salen del estómago y pasan al intestino delgado, un tubo largo en cuyo interior terminan de transformarse, allí se mezclan con otros líquidos producidos en el intestino delgado y en dos importantes órganos que se comunican con él: el páncreas y el hígado, las sustancias nutritivas son absorbidas por el intestino delgado y pasan a la sangre atravesando la pared intestinal.
Estación terminal. La parte de los alimentos que no ha sido absorbida pasa al intestino grueso, donde se convierte en los excrementos, que salen por el ano.